Son muchos pasos los que he tenido que dar para recorrer todo este camino, no siempre de rosas. Cuando era pequeña, estudié en un colegio público de Puente Tocinos llamado Ntra. Sra. del Rosario, del cual me llevo grandes recuerdos y del que aprendí muchísimo.

Años después, inicié la etapa secundaria en el IES Aljada, también en Puente Tocinos. Fue un cambio bastante radical para mí, ya que, a pesar de ser una buena estudiante, ese drástico cambio influyó negativamente en mi expediente académico. A pesar de todo siempre puse todo mi esfuerzo por salir hacia delante. Y así fue. Posteriormente, me incorporé a mis estudios de Bachillerato en Humanidades, del cual obtengo grandes recuerdos de buenos profesores y buenas experiencias educativas. Fue ahí donde me di cuenta de mi pasión por el mundo educativo, por el arte de enseñar y aprender con y de los demás, pero de lo que realmente me di cuenta, era de mi interés por usar las tecnologías a nivel personal y educativo, de hecho, recuerdo estar la primera cuando nos tocaba dar clase en el aula de informática, e incluso pasar los apuntes a ordenador, era todo un "furor" para mi.  Ya se había quedado atrás el interés por ser astronauta, cantante y un sinfín de profesiones que te apasionan cuando eres pequeña y que a menudo respondías cuando te formulaban la pregunta mágica "¿Qué quieres ser de mayor?". Pero conforme vas creciendo, te das cuenta de que para todo, es necesario el esfuerzo y el estudio constante.

Y gracias a ese esfuerzo constante, inicié mis estudios en la Universidad de Murcia en 2007, más concretamente, comencé la Licenciatura en Pedagogía. Sinceramente, tenía cierta ignorancia acerca de lo que realmente era la Pedagogía, pero durante el primer año de carrera, supe con seguridad, que ésta era mi vocación y que pondría todo mi empeño para dedicarme a ello profesionalmente. Finalmente, acabé la carrera en 2012 y a día de hoy, no podría explicar con palabras mi grado de satisfacción y el orgullo de haber estudiado Pedagogía.

A lo largo de la carrera, me he ido dando cuenta de lo que realmente me apasiona, las TIC, sobre todo si están sustentadas bajo principios pedagógicos y aplicadas al mundo educativo. Mi interés por las TIC comenzó en 3º de carrera, cuando la Dra. Isabel Solano (actualmente mi directora de Tesis) y el Dr. Francisco Martínez, me ofrecieron sus grandiosos conocimientos acerca de la Tecnología Educativa. Posteriormente, en 5º de carrera cursé la asignatura Innovación Tecnológica y Enseñanza, impartida por la Dra. Isabel Gutiérrez, profesora de la que aprendí muchísimo y a la que le debo todo mi interés por el mundo de la Tecnología Educativa. Su asignatura y la metodología empleada, fue el punto culminante para darme cuenta del camino profesional que quería recorrer. Es por ello, que decidí realizar el Máster interuniversitario de Tecnología Educativa: E-learning y gestión del conocimiento en la Universidad de Murcia, y en coordinación con la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, Universidad de Lleida y Universidad de las Islas Baleares. La Dra. Isabel Solano ha sido mi gran apoyo en el transcurso de todo este proceso, gracias a su ayuda y a sus valiosos conocimientos, finalicé el Máster con la defensa de mi trabajo de investigación titulado "TIC y Redes Sociales en Educación Secundaria: Análisis sobre identidad digital y riesgos en la red", del que estoy totalmente satisfecha. Así pues, siguiendo los consejos de mi tutora, decidí continuar este largo viaje, debido a mi interés por la investigación y por seguir aprendiendo cada día, y por ello, he comenzado mi etapa como Doctoranda en Tecnología Educativa en la Universidad de Murcia. Este camino es muy largo, pero poco a poco iré subiendo escalones. 

Y llegados a este punto, ¿por qué a lo largo y ancho de la vida? Una vez, leyendo una entrevista que realizaron a un hombre centenario, le preguntaron que cuál era su mayor secreto para poder vivir tantos años, a lo que el anciano, de nacionalidad asiática respondió: "el secreto está en aprender, en aprender a lo largo de la vida y nunca dejar de  hacerlo". Comparto totalmente su opinión, para aprender no basta con tener una edad específica, vivir en un sitio concreto o incluso tener una situación económica cuantiosa, simplemente basta con las ganas, el esfuerzo y el interés por aprender hasta lo más mínimo. Recuerdo una vez, en una reunión que tuvo mi madre con un profesor en el instituto, una mujer le dijo con tono despectivo: "¿tu Mari va a estudiar? Si ella no vale para eso..." . Esa frase la he llevado en mi conciencia durante años, ahora ya me es indiferente, estoy satisfecha y orgullosa de haber llegado hasta donde estoy, sin que nadie me haya llevado de la mano. Pero ¿y por qué a lo ancho de la vida? Pues sencillamente, porque la vida, a pesar de ser un camino largo que vamos recorriendo, nuestro aprendizaje también influye en multitud de contextos en los que nos desenvolvemos habitualmente, desde el contexto social, educativo, laboral, hasta el contexto más personal e incluso sentimental. Queda mucho por recorrer, y desde mi experiencia, me quedo con una frase del sabio Mahatma Gandhi:

 "Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”